jueves, 9 de julio de 2009

ECOS DEL CONCIERTO “ROCKSTEADY, LAS RAÍCES DEL REAGGE”


TODA UNA EXPERIENCIA AUDITIVA CON RITMOS
JAMAIQUINOS QUE DIERON ORIGEN AL REGGAE


Por FRANCISCO ORTIZ VELÁQUEZ / Communivision Canada.

MONTRÉAL, Canada, (CPN Press News).-- Una intensa noche de música jamaiquina se vivió aquí , con el tercer mega concierto de un total de cinco que han sido programados en estos 12 días del FIJM.

Y con una asistencia masiva, poco más de 100 mil espectadores, se presentó el proyecto musical traído desde Jamaica: “The Rock Steady. Las Raíces del Reggae”, un espectáculo que primero fue documental y ahora se convirtió en concierto dentro del FIJM. Algo muy parecido a lo que en 1998 hizo en Cuba el compositor estadounidense Ry Cooder, al rescatar a las viejas glorias del son cubano, bajo el sello de Buenavista Social Club.

Aquí, primero se realizó una película y luego se tuvo la idea de traer al FIJM a las viejas glorias de la música jamaiquina, predecesoras al reggae y a Bob Marley, pero desconocidas en muchas partes del mundo.

Y su espectáculo musical se convirtió en una noche de fiesta, donde también brilló el recuerdo al legendario Bob Marley, así como las espléndidas fusiones con el jazz, que hicieron de esta una velada inolvidable.

LLEGÓ LA “BANDOTA” DE LA “GANJA” Y EL REGGAE


Y si: esta fue la hora de Jamaica. Y afloró la “bandota”, como se diría en México, con miles de gozozos espectadores ansiosos de disfrutar la música de reggae, con un buen “churro” de mota y unas ganas desenfrenadas de divertirse, mientras la policía guardaba cautelosa complacencia.

Y el ritmo hizo moverse a todos al influjo del reagge: desde gente de la terecra edad hasta niños, todos en torno al escenario princpal General Motors, en la nueva Plaza de los Festivales, localizada en la calle Jeanne-Mance, entre la avenida Sainte-Catherine Oeste y el Boulevard Maisonneuve, en pleno y bullicioso corazón del Festival.

Y del suave aroma a cannabis se pasó a un verdadero hornazo, que pareció hacer foltar sobre el ambiente a todos los músicos del Rocksteady de Jamaica, un espectáculo catalogado como nunca antes visto y que reunió por primera vez en el extranjero a todas las estrellas de esta música.

Y el olor de la “ganja” (cannabis) estaba bien presente, incluso en los ensayos previos de los músicos, cuando la leyenda viviente del movimiento Rocksteady, Ken Boothe, ilustró: “La música jamaiquina deviene de la espiritualidad, pero sus verdaderos orígines vienen de la frustración por la explotación y la esclavitud. Y eso muchos no lo saben”.


EL ROCKSTEADY, PADRE DEL REGGAE

El Rocksteady es un género musical que proviene directamente del ska, pero que no es tan frenético y es más bien cadencioso y un poco más lento; tiene elementos del R&B, el soul, el blues y el jazz, con los que se conforma este ritmo que en la década de los sesenta causó furor antes de la llegada del reggae. Este es precisamente el eslabón de la cadena entre el ska y el reaggae.

El Rocksteady ha sido un género casi desconocido fuera de Jamaica, que le allanó el camino al reggae y le dejó su lugar. Fue el primer género musical “libre” que surgió tras la independencia de Jamaica en 1962, después del ska, ritmo todavía ligado a la esclavitud y al frenesí de la alegría por la libertad.

Así, el mega concierto “Rocksteady. Las Raíces del Reggae”, reunió sobre el escenario a los más grandes de este género musical fundado hace más de 40 años, como Marcia Griffiths y Judy Mowatt, quienes fueron coristas de Bob Marley. También forman parte de este movimiento y se presentaron esta noche, Ken Boothe, Stranger Cole, Hopeton Lewis, Leroy Sibbles y The Tamlins.

Estos fueron los artistas que participaron en la película, Rocksteady. The Roots Of Reggae, que retrata la historia de este género musical, documental que actualmente se exhibe en el Museo de Arte Contemporáneo de Montreal.

Y fueron ellos, los músicos y artistas que posteriormente y con la llegada de la leyenda, Bob Marley y sus letras revolucionarias, dieron origen al reggae.

EL CONCIERTO, UNA EXPLOSIÓN MUSICAL

Y en el concierto, ante esos miles de delirantes espectadores, fue Leroy Sibbles, líder de Los Heptones, quien arrancó esta música de acordes cadenciosos que incitan a mover la cadera, los hombros, la cabeza, al son de “People Rocksteady”, seguido de la canción de protesta “Equal Rights”, una de sus composiciones.

Lleno de energía prosiguió otro miembro del Rocksteady, Stranger Cole, con “Koo Koo Doo et Bangarang”, que para muchos fue la primera canción de la era del reagge.

Y la música prosiguió frenética, en medio del creciente aroma a la verde hojita hecha humo y alegría, con la Plaza de los Festivales convertida en un verdadero manicomio.

Prosiguieron The Tamlins, con “Stop That Train”, de los míticos Wailers, de Bob Marley, asi como Junior Moore, con su más grande éxito, “Baltimore”, para enseguida proseguir con puro regagge.

Pero el éxtasis total y el momento climático del concierto vinieron cuando Marcia Griffith y Judy Mowatt, ex coristas de Bob Marley, interpretaron “The Tide is High” (La Marea está Alta, que en Estados Unidos y el mundo popularizaron Deborah Harris y el Grupo Blondie); “No. No no” y “No Woman, no Cry” así como uno de los mayores éxitos de Marley, “Could you be Loved?”, con lo que el concierto se convirtió en una verdadera apoteósis para quien ha sido la más grande divinidad del reagge.

Ellas acompañaron a Bob siempre como parte de su grupo, hasta su muerte, en 1981.

DE LA CALLE DE LA LIBERTAD A LOS RÍOS DE BABILONIA

Enseguida se presentó el percusionista Bongo Herman, seguido de Hopeton Lewis y “Take it Easy”, más ligada al ska, así como Ken Boothe, conocido como “Mr. Rocksteady”, quien cantó aquella pieza de Desmond Dekker y Los Ases, “Shanty Town”, así como “Silver Words” y “Freedom Sreet”, la Calle de la Libertad.

El concierto concluyó bajo el gigantesco cántico de los miles de espectadores y con todo el elenco del concierto Rocksteady sobre el escenario, con “Rivers of Babylon”, Ríos de Babilonia, que en los años ochenta regrabó e hizo famosa como música pop-calypso, el grupo de Bahamas, Boney M.

Y cuando el público los hizo regresar al escenario con su atronadora ovación, interpretaron finalmente “One Love”, de Bob Marley.

Y el también gigantesco hornazo de “ganja” envuelta en reggae, prosiguió hasta pasada la medianoche en las calles del Centro de Montreal.

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